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CONTRA EL EXILIO FORZOSO: Resistencia juvenil en Sicilia!


Spine nel Fianco


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Spine nel Fianco, nuestra organización juvenil aquí en Catania, nació el 2021. Somos jóvenes que hemos empezado a organizarnos y luchar en torno al tema de la liberación del patriarcado, como una alternativa a la educación escolar o universitaria. Elegimos organizarnos como jóvenes y no sólo como estudiantes porque pensamos que es necesario mirarnos no sólo en el rol y los compartimentos en los que nos coloca el sistema, sino reconstruir una identidad que sea nuestra, transversal a la sociedad.


Este cómic lo hizo un amigo, Santo, que enseguida se ofreció a hacerlo cuando discutimos cómo revelar los problemas a los que se enfrenta nuestra generación, pero el pensamiento que hay detrás es colectivo.


Para elegir en cuáles puntos centrarnos, nos sentamos en círculo y empezamos a hablar de las principales dificultades a las que se enfrenta la juventud en nuestro territorio, partiendo de la experiencia de cada uno. De la discusión surgieron diferentes temas, como el aislamiento, la explotación, la militarización, el control y la opresión de la familia, etcétera. Al final pensamos que hablar de la emigración forzosa era lo mejor porque es una de las dimensiones que toca todos los aspectos de la vida de una persona. La emigración de los jóvenes es un fenómeno a gran escala en Sicilia y ha durado siglos. La economía contruída en Sicilia por el Estado y los capitalistas, que mantiene pobre a la población y envenena el territorio, y la mentalidad que se enseñaba en las escuelas, son dos factores que se combinan para empujar a cientos de estudiantes y trabajadores a irse al norte de Italia o al norte de Europa


Para nosotr@s, organizarnos contra la injusticia, reaprender nuestra historia y construir comunidad es la alternativa principal a la emigración forzosa.


Algunas personas, cuando empezaron a organizarse con nosotras, estaban desilusionadas con el lugar donde vivían. Querían dejar su territorio e irse lejos. Empezamos a plantear como temas colectivos las cuestiones que creaban intolerancia individual, como el chantaje económico, las dificultades de vivienda, la presión familiar. A veces encontrábamos soluciones conjuntas, otras veces bastaba con hablar de ello para encontrar la fuerza para dar vuelta una situación que ya no se puede aceptar.


Aún no hemos encontrado la forma perfecta de organizarnos cuando ya no podemos costear vivir sin dedicar nuestro tiempo al trabajo. Sabemos que para cambiar el contexto en el que vivimos es necesario que la lucha adquiera una dimensión de masas. Pero ya enfrentar juntos, tiempo a tiempo, caso a caso, los impedimentos materiales y relacionales a la conquista de una vida libre y compartida significa para nosotros construir una alternativa.


Este es un propósito fundamental de nuestra práctica y de la reflexión que hemos querido hacer con esta contribución a este número de Lêgerîn.

 
 
 

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