Del libro “Socialism” de Abullah Öcalan (Parte II)
Este texto fue escrito en los años noventa por Abdullah Öcalan. Es uno de los textos que inició el cambio de paradigma en el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y en general en el Movimiento de Liberación Kurdo.
El pueblo trabajador, las oprimidas y explotadas siempre han tenido su propio mundo, su propia visión, sus propios intereses, y con base en ellos: Solidaridad, organización y luchas. La historia de la resistencia socialista continuará mientras exista la humanidad. La sociedad humana, hoy analizada científicamente, sigue albergando grandes conflictos hasta hoy en día. Por un lado hay visiones monstruosas, por el otro están las utopías que se parecen a la idea del paraíso. Al igual que los ideales sociales, afloran también los intereses extremadamente egoístas y los antagonismos que van en contra de la sociedad; el hecho de que están anclados el uno al otro y al mismo tiempo se contradigan promueve la escalada de conflictos.
La vida en sociedad es indispensable para los seres humanos: Allí es donde comienza la disputa. ¿Hasta qué punto la sociedad establece estándares para el individuo? ¿hasta qué punto es necesario el desarrollo de la libertad individual para la sociedad? En ello radica el fondo de la contradicción. Varias ideologías han desarrollado soluciones a esta pregunta, incluyendo el socialismo. El análisis social no comienza con el socialismo, aunque el socialismo es el modelo explicativo más científico. En el pasado, las religiones y otros diversos sistemas de pensamiento también tuvieron un efecto positivo o negativo en el proceso de desarrollo social. Esto resulta en la contradicción entre el progresismo y el reaccionarismo, ilustración e inquisición, amistad y enemistad, etc. Parece que esto continuará. En la actualidad especialmente, aquellos con una mentalidad inmoral y colonizadora, sean individuos, clases o capas de la sociedad, hacen parecer que ha llegado el fin del socialismo. Logran esto a partir de la presión y la propaganda para salvaguardar sus propios intereses. Lo quieren presentar como un destino inevitable. Las fuerzas imperialistas y sus ideologías intentan con todas sus fuerzas explotar este momento favorable para alcanzar su victoria final. Están usando la desaparición de 70 años de socialismo, que en realidad es solo una versión del socialismo, para cimentar sus reivindicaciones, aunque el socialismo haya pasado y sigue pasando por muchas fases de desarrollo.
Hay muchos periodos comparables en la historia. También existen ejemplos históricos de intentos por tomar ventaja de la oportunidad del momento. Si no estás bien atento, los capitalistas pueden anotarse un éxito para ellos. Por esta razón, es importante tomar una perspectiva minuciosa y multidimensional frente a la realidad actual desde la perspectiva de la resistencia social. Claro, la oprimida y explotada tiene una forma de vida, una visión del mundo y las luchas. El Socialismo Real representa una etapa de desarrollo, así como la Revolución Francesa y otras revoluciones previas, incluso la revolución islámica, representaban una etapa. Estas experiencias no deben ser exageradas ni negadas, sino que la realidad debe ser evaluada en todas sus dimensiones. En el pasado, hubo un énfasis en que las oprimidas debían pensar de una manera muy limitada, alejadas del pensamiento político-filosófico para que se conformen al pensamiento de los gobernantes. Fueron alejadas de su realidad política independiente mediante la violencia o la intriga con el fin de distraerles de una revolución. Siempre estuvieron en desventaja por las preocupaciones de la vida cotidiana y sus condiciones reales de existencia. Ese sigue siendo el caso hoy en día. La falta de persistencia y la incoherencia están muy extendidas. Esto es verdad alrededor de todo el mundo, pero especialmente en el Kurdistán turco. Así es como emergió la realidad de malditas de las oprimidas. Resumimos ésto en términos de “personas malditas, clase maldita”. Esto significa estar siempre bajo la bota de los gobernantes, incapaz de liberarse de su red de intereses e incluso, inclinándose ante ellos. Esta realidad puede definirse como una sociedad, una clase o un individuo que está maldito. Este es el origen también de toda la depravación y la humillación. Es importante defender consistentemente el horizonte socialista y hacerlo de manera libre y militante. Pero también es importante no caer en dogmatismos y aberraciones. Porque solo la clase trabajadora puede entender científicamente a la sociedad. Todas las otras clases pueden valerse de dogmas y mentiras para vender diferentes mentiras como ideologías verdaderas. Pero, como en periodos previos de la historia, las y los trabajadores no tienen dificultad para desarrollar nuevas y revolucionarias ideologías.
Todo el siglo XX estuvo influenciado por el Leninismo
En los debates actuales sobre el socialismo, usualmente se discute sobre el socialismo que existió durante setenta años, el que influyó en una gran parte del mundo y ahora está roto y desactualizado. Puede ser útil volver sobre esto. Podemos analizar este socialismo en general. Por ejemplo, es un sinsentido reducir la crítica del socialismo a la práctica del socialismo real. Más bien, sería más apropiado entender ésta como una etapa táctica en la historia socialista, teniendo en cuenta que el Leninismo es una ideología en la que predomina el lado político-táctico. ¿Cuáles son las principales características de esta etapa? Las contradicciones en el capitalismo y el imperialismo eran serias y obvias, lo que llevó a dos guerras mundiales. Incluso antes de esto tuvieron lugar varias guerras sin sentido. El mundo fue dividido en detrimento de los pueblos y continuó la explotación de las y los trabajadores. Al mismo tiempo, hubo un gran progreso en la ciencia y la tecnología, algo que llevó al rápido despertar de las y los trabajadores, así como de las naciones y los pueblos. En este sentido, el Leninismo representa un gran movimiento de liberación con una gran influencia. El siglo 20 estuvo caracterizado por el Leninismo, incluso si este término ha dejado de estar de moda hoy en día. Como sabemos, el socialismo científico tuvo un gran progreso a través de Marx y Engels. Los análisis globales fueron sustentados científicamente y comenzó la organización. Sin embargo, en el lado político-táctico, seguía habiendo una gran carencia. Esto fue claro en el intento de la Comuna de París y en otros levantamientos. El Leninismo eliminó estas deficiencias con mucho éxito y adelantó el cambio revolucionario del mundo – la revolución socialista. De todas maneras, Lenin no enfatizó en los aspectos ideológicos y morales del socialismo, ni pudo analizar la relación capitalista-imperialista de la explotación más a fondo. Intentó cambiar las duras condiciones de opresión y explotación en beneficio de las y los trabajadores y los pueblos. En esto tuvo mucho éxito.
No podemos afirmar que el socialismo real haya fallado totalmente o haya sido destrozado. Eso sería una mentira. Claro, se cometieron grandes errores en nombre del socialismo, pero el socialismo real fue una etapa importante para la libertad de las y los trabajadores y para su desarrollo físico y psicológico. El Leninismo también representa un importante paso en el desarrollo libre e independiente del pueblo. Esta era del socialismo alcanzó muchos éxitos. El programa Marxista-Leninista fue implementado en algunos soviets a principios del siglo XX ¿Qué colapsó y qué fue superado? El leninismo no fue capaz de renovarse o actualizarse y no pudo analizar nuevas preguntas y soluciones. Por ejemplo, en el último cuarto de siglo se llegó a hablar acerca del alcance del comunismo. En ese momento se hizo claro que eso era un sueño o una exageración. Hablar de utopías comunistas en esa época donde el mundo capitalista-imperialista tenía un poder tan grande, y los individuos eran caracterizados por la sociedad-esclava, es una exageración engañosa. El resultado es que alcanzamos el final de las tácticas leninistas, el leninismo cumplió su tarea y estamos en el comienzo de una nueva era. Estos son los resultados del socialismo científico, la práctica leninista y éxitos tácticos. Hay partidos que fueron fundados en esta fase. Estos tenían tácticas de combate, y todas fueron ampliamente analizadas en el leninismo. Pero hoy, la senda que debía ser tomada fue tomada; algunos objetivos fueron más o menos alcanzados. Por lo tanto, las metas deben ser redefinidas. Esto significa analizar la situación actual de la humanidad, y, basado en ello, definir nuevos objetivos y programas. Bien sea para renovar viejos partidos o para fundar nuevos. El socialismo tubo que ser llevado allí, pero muy poco fue alcanzado porque era muy difícil, y también porque el estado Soviético se interpuso en el camino. Esta es la contradicción real.
El nuevo socialismo debe oponerse al estatismo
Claro que era necesario establecer un Estado en esta fase del socialismo. Pero el hecho de que la importancia del Estado fuera tan exagerada es contraria a la esencia del socialismo. De esto aprendemos que, la fundación de un Estado socialista solo significa la dictadura del proletariado y no la fundación de una sociedad socialista, y sin duda, tampoco la creación del ser humano socialista. El error o la equivocación yace en la creencia de que la fundación de un buen Estado es suficiente para todo lo demás. Hoy, casi todo el mundo defiende “El Estado” o “Los intereses del Estado” como si fuera algo sagrado. Por otro lado, sin embargo, todo el mundo se queja de que el Estado se ha extralimitado. Quienes estaban más a favor del Estado y se beneficiaban de él, ahora se sienten obligados a rechazar la estatalidad. Esto demuestra claramente la necesidad del socialismo. De hecho, es el socialismo el que más ha resistido la estatalidad. Todas las ideologías explotadoras han declarado la sacralidad del Estado. Pero hoy los capitalistas neoliberales están cuestionando el Estado, incluso en Turquía. Los más grandes capitalistas abogan por la privatización y la reducción del aparato estatal. Están intentando apropiarse de los valores defendidos por el socialismo con mentiras y duplicidad para asegurar su permanencia. Esto significa que el nuevo socialismo de hoy en día, debe oponerse a la estatalidad más que cualquier otra ideología. El socialismo debe defender la reducción y la disolución del Estado, y reconocer los peligros que éste representa para la sociedad y para los individuos, siendo incluso su contradicción más grande; el socialismo debe mostrar el camino hacia la disolución del Estado. Esto no se hizo. El aparato del Estado Soviético se interpuso en el camino como el mayor obstáculo en si mismo. Por supuesto que son relevantes las antiguas relaciones de explotación y las contradicciones con el bloque capitalista-imperialista pero la voluntad socialista cuenta también con una gran importancia y esto debe ser reconocido.
Ésta es también la razón por la cuál se habla de privatización, individualización y liberalismo en las antiguas repúblicas soviéticas. Fue creado un estado en el cual las personas no podían ni respirar libremente. En este sentido, lo que se hizo no significa sin embargo un retorno total al capitalismo: existía un tipo de capitalismo con una exageración simultánea de la estatalidad. Esto llevó a la confusión de capitalismo de Estado con socialismo. Superar el capitalismo de estado significa por lo tanto enfatizar el individuo, más libertar e incluso más democracia; no significa el desarrollo del capitalismo. Claro que va a haber algún capitalismo individual y privado, pero la afirmación de que el futuro es enteramente capitalista es una distorsión de los hechos. La discusión sobre esto no ha terminado aún; el experimento soviético y sus modelos sucesores continuarán siendo discutidos y analizados.
El capitalismo no tiene nada más que ofrecer a la gente de hoy
Los problemas que el capitalismo imperialista produce a la humanidad no han disminuido nada de lo que eran en el siglo XIX o principios del XX. La humanidad más que nunca está enfrentando catástrofes. Hay procesos sociales incontrolables. Por un lado, el mundo está al borde del abismo debido a la destrucción ecológica causada por la economía capitalista; por el otro, hay problemas morales e ideológicos. Los ideólogos del capitalismo también están tratando de encontrar soluciones a estos problemas. El capitalismo ha dejado a la gente sin ideales, ha destrozado la ambición y la esperanza, lo que significa el fin de su historia.
Entonces, ¿qué se necesita? Una ideología que dé esperanza al pueblo. No puede ser ninguna otra que el socialismo. Es característico de toda ideología dominante propagar su propio fin como el fin de la humanidad, y el final de su propia historia como el final de la historia de la humanidad. Este tipo de aserciones son necesarias para su propia supervivencia también. Esto puede ser visto en cada época. En sus días, Roma era un imperio invencible. Los imperios feudalistas tardíos, así como los imperios capitalistas de hoy – ej: los Estados Unidos- también han afirmado esto. Pero el desarrollo es una ley natural, por ello es disparatado hablar del fin de la humanidad. El mundo no está amenazado por la destrucción, tampoco lo está la humanidad por una enfermedad devastadora. Sus problemas son ideológicos, políticos, sociales y económicos. Las soluciones también serán político-ideológicas, sociales, económicas, culturales y morales. Aquí el socialismo tendrá que afirmarse por su conexión con el destino de la humanidad y su responsabilidad. Es en este sentido que el socialismo puede redefinirse a sí mismo.
Hoy en día el capitalismo no tiene nada más que ofrecer a las personas. Si ves el libre mercado como un ejemplo, te das cuenta de que emergió una clase que explota a través de la especulación y el interés. En el último siglo, los capitalistas estaban preocupados por la producción y el comercio. Ahora, la producción, el comercio y la tecnología son de importancia secundaria, mientras que el foco diario está en las tasas de interés. Esta orientación ya no tiene nada que ver con la producción. El capitalismo en los países capitalistas más importantes se ha convertido en un sinsentido y se encuentra falto de función. Esto no demuestra el éxito del capitalismo sino más bien su insignificancia. ¿Qué puedes alcanzar con el juego de la bolsa? Es una especie de apuesta. El dinero solo cambia de manos. No necesitas nuevas definiciones de capitalismo, es un sistema de apuestas funcional, y es jugado por la humanidad. Estos billones son una catástrofe para el mundo y para la humanidad: No verlo o no resistirse a ello significa contemplar la destrucción del mundo.
Abdullah Öcalan
