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Refutando el Método Yakarta: La lucha por la verdadera democracia en Indonesia

Los siguientes dos artículos son producto de un intercambio mutuo y constante entre diferentes actores políticos democráticos y organizaciones de izquierda radical que están activos en el territorio del estado de Indonesia, y el Movimiento de Liberación Kurdo. A pesar de la distancia histórica y geográfica, estas discusiones revelan experiencias comunes bajo regímenes locales represivos y genocidas, con la ayuda de las fuerzas globales de la modernidad capitalista. Pero también revelan el potencial para construir una sociedad genuinamente democrática y libre si la diversidad étnica, lingüística y religiosa de las gentes de estos territorios se aprovecha para organizar un movimiento social.


La primera parte es una reflexión sobre la historia del militarismo en Indonesia y de cómo interfiere en el desarrollo de una democracia genuina hasta el día de hoy. La segunda es una lista de las conclusiones preliminares que nacieron de las discusiones entre organizaciones políticas indonesas e individuos con respecto a las ideas y la historia de Abdullah Öcalan y el movimiento de liberación Kurdo.


Las Armas no pueden hablar de democracia: historia del militarismo en Indonesia


Por la Red de Solidaridad Indonesia-Medio Oriente (Indonesia-Middle east Solidarity Network)


El golpe de estado de 1965 cambió la historia de la nación de Indonesia por completo. La dirección de la economía política del país, que originalmente se oponía al capitalismo y al imperialismo, fue invertida. Inmediatamente después del golpe de estado, las leyes fueron cambiadas para entregar de nuevo el tapete rojo a la capital privada. El tapete rojo se desplegó junto con el genocidio de millones de personas, el cual ha pasado impune hasta ahora. Algunos ven el genocidio como una aniquilación ideológica. En ningún otro lugar del mundo el genocidio ha sido tan absorbente como en Indonesia.


En el campo de la represión, la ley militar se construyó para asegurar la narrativa del capitalismo. Aunque la ideología del comunismo había sido liquidada junto con su gente, el gobierno de Soeharto la revivió como un fantasma para ser observado y recelado cada segundo. Con su poder militar, todas las formas de resistencia fueron tachadas de fantasmas del comunismo que debían ser suprimidas y silenciadas. Soeharto incluso mandó soldados a veredas remotas. Controlaron y se tomaron casi todo el funcionamiento del gobierno civil existente.  


No siendo suficiente con las fuerzas armadas, el gobierno de Soeharto movilizó el aparato de la violencia cultural para combatir los fantasmas del comunismo que ellos mismos crearon. Cada año la película G30S/PKI fue proyectada en las veredas para convencer a la gente de que estos fantasmas eran reales. Con el apoyo de occidente, formaron grupos literarios para combatir el comunismo y las narrativas anti gobierno. Como resultado, el humanismo universal como literatura liberal se convirtió en la escuela dominante de literatura y cultura en Indonesia. Esta escuela literaria no sólo marginaba al comunismo, sino que también distanciaba la consciencia de la nación de la imaginación de resistencia y rebelión contra la injusticia.


Más aún, el gobierno de Soeharto aceleró el desarrollo del capitalismo en varios sectores. Estos programas de desarrollo fueron utilizados como herramientas políticas para perpetuar su poder. Por ejemplo, la política de “revolución verde” sí logró subir la producción nacional de arroz y fue considerada un éxito en conseguir la soberanía alimenticia de la nación. Pero, de hecho, creó dependencia, daños ambientales y desigualdad de tenencias de la tierra en las veredas. Así mismo, el programa de “electricidad a las aldeas” fue propagado como un programa para mejorar la calidad de vida de la gente. Pero detrás de esto, el desarrollo de la electricidad fue utilizado realmente para acelerar la industrialización impulsada por el capitalismo.


Aún así, el desarrollismo de Soeharto no tuvo éxito a la hora de crear estabilidad en el poder. El Nuevo Orden aún tenía que maximizar los aparatos de violencia para silenciar las críticas. Detrás de su sospecha de fantasmas comunistas estaba la ambición de Soeharto por crear estabilidad, además de una excusa para reprimir varias formas de resistencia popular. Para matar y asegurar la erradicación del comunismo desde la raíz, Soeharto formó el Comando de Operación para la Restauración de la Seguridad y el Orden (Kopkamtib). Kopkamtib amordazó a los seguidores del Partido Comunista de Indonesia (PKI) quienes fueron considerados culpables de G30S. Kopkamtib también fichó y depuró personal militar y personal civil de izquierda. Desde junio de 1966, los señalamientos realizados por Kopkamtib incluso se extendieron hasta las universidades.


Además de la represión del comunismo y sus simpatizantes, hubo muchos incidentes de violencia estatal y represión contra la gente durante el gobierno de Soeharto. El incidente de Malari en enero de 1974, por ejemplo, fue una respuesta a la crisis del capitalismo que llevó a una inflación muy alta. La rabia entre estudiantes se desbordó y causó caos. Sus reclamos incluían un cese inmediato a la inversión extranjera como la responsable de la crisis económica en el momento. Sin embargo, para calmar el caos, Soeharto arrestó a más de 750 estudiantes manifestantes.


En otros casos, Soeharto hizo muchas cosas para callar la libertad de expresión. Muchos periódicos fueron silenciados y prohibidos. Los proyectos de desarrollo durante el Nuevo Orden desplazaron forzosamente a la gente de sus casas y tierras. Soeharto también se tomó muchas tierras forestales, que eran la fuente de vida para campesinos de tierras altas, y las convirtió en negocios de madera. Estas acciones autoritarias son suficientes para comprobar el fracaso del gobierno de Soeharto en cuanto al bienestar de la gente.


Pero para los 1990s, la tendencia de liderazgo dinástico, incluyendo el régimen del Nuevo orden, ya no era relevante para el capitalismo. La conciencia sobre una buena gobernanza se comenzó a fortalecer de manera global, y las experiencias de la represión durante el gobierno de Nuevo Orden, especialmente entre estudiantes, despertó la ira en muchos lugares. Durante la crisis de 1998, esta ira llegó a su pico. Se llevaron a cabo manifestaciones estudiantiles en casi todo Indonesia con Yakarta en el centro. Exigían una reforma al poder inmediata. Para calmar el caos económico y las manifestaciones, Soeharto ordenó el arresto de miles de estudiantes en Yakarta. Muchos de ellos fueron desaparecidos sin rastro alguno. Pero las medidas represivas de Soeharto no fueron suficientes para ellos y eventualmente decidieron ceder el poder.


Sólo después de que Soeharto dejó el poder, la euforia de Reformasi(1) se extendió por todas partes. Su sucesor, el presidente BJ Habibie no fue suficiente para satisfacer a los estudiantes, ya que era percibido como incapaz de ejecutar las peticiones de la reforma. Después de la ascensión de Abdurrahman Wahid a la presidencia mediante elección general, la función dual de ABRI(2), que le permitió al ejército tener un rol dentro de los espacios civiles, fue abolida. Otras leyes que se convirtieron en herramientas para el autoritarismo de Soeharto fueron disueltas.


Aún en el proceso de construcción, Abdurrahman Wahid fue expulsado por amenazar el mapa de reorganización del capitalismo en Indonesia. La euforia de Reformasi en el momento no capturó la realidad del cambio de poder de Soeharto a nuevos capitalistas. Reformasi en Indonesia fue sólo una tendencia global de eliminar gobiernos autoritarios, ya que eran considerados irrelevantes para el sistema capitalista luego de recuperarse de la Gran Depresión después de la Segunda Guerra Mundial. En este sentido, Reformasi facilitó el camino para el neoliberalismo, que buscó desatar la intervención del estado contra las fuerzas del mercado. Las políticas de ajuste estructural fueron intensificando gradualmente, marcadas por una ola de inversión extranjera y la privatización de empresas estatales.


En la vida cívica, la reforma tampoco pudo garantizar significativamente un orden democrático. El desalojamiento se está volviendo cada vez más frecuente. Especialmente después de la crisis de 2007, el capitalismo exigía más ajustes estructurales. Para finales del gobierno de SBY(3), la crisis del capitalismo global requiere que Indonesia cambie y reorganice el paisaje territorial del país a corredores económicos interconectados para acelerar la restauración después de la crisis del capitalismo global, por medio de nuevos espacios de acumulación de capital a lo largo del archipiélago de Indonesia. La consecuencia es que la reducción de espacios de vivienda se volverá masiva y crecerá mucho más rápido que en cualquier régimen anterior en Indonesia. Por lo tanto, un gobierno de mano dura es necesario para hacer realidad este impulso global.


Joko Widodo, quien había sido retratado como un presidente apacible que sería capaz de crear un gobierno civil sano, resultó ser para nada diferente al gobierno del Nuevo Orden. La realización de la expansión acelerada del capitalismo requiere que Jokowi imponga un gobierno de mano dura. Ya que la doble función del ejército aún tiene una mala imagen desde el Nuevo Orden, el gobierno de Jokowi está utilizando a la policía para imponer este autoritarismo. De esta manera, Jokowi se ha convertido en el gobierno más exitoso en proyectos capitalistas desenfrenados. Muchos proyectos que quedaron estancados en el gobierno anterior pasaron exitosamente en su era, como proyectos de infraestructura, industrialización y ciudades nuevas. Como resultado, casos de reducción de espacios de vivienda y la criminalización de la gente están en expansión y crecimiento.


Como el Nuevo orden, el régimen de Jokowi preparó varios instrumentos de mano dura. Crearon la ley ITE (Información y Transacciones Electrónicas) que puede capturar a cualquiera que oponga resistencia. Incluso unos pocos activistas agrarios, estudiantes y comunidades locales que rechacen las políticas del gobierno son considerados criminales. La crítica hacia oficiales públicos puede ser considerada discurso de odio dirigido personalmente, y ser tachada de actividad criminal.


Al final de su administración, Jokowi incluso reestructuró la ley de la manera más irresponsable que cualquier otro país en el mundo lo ha hecho. Por ejemplo, la agencia de anti corrupción del país fue despojada por completo. No mucho después, Jokowi revisó cientos de leyes para servir a inversiones extranjeras y legitimó sus acciones represivas en sólo un par de meses. Más recientemente, la administración Jokowi ha socavado y destrozado la constitución que es el fundamento de la democracia nacional. Por todos los medios, Jokowi puso a su hijo en la vice presidencia para asegurar su posición en la escena política nacional. Muchos activistas y académicos ven esto como un intento por comenzar una dinastía.


Como si no fuera suficiente, Prabowo Subinato, quien tiene un historial de violación a los derechos humanos, ganó las elecciones de Indonesia en 2024. La imagen de su psado violento ha sido ignorada. Hay preocupaciones considerables entre la clase media sobre el retorno de un gobierno autoritario y militar. Pero tal vez estos miedos tienen pocas bases, ya que Indonesia nunca ha estado realmente libre de un gobierno autoritario desde el Nuevo Orden hasta ahora. Es importante tener en cuenta que la lucha por mantener la democracia social es una de largo aliento.


La lucha por el socialismo democrático debe comenzar ahora, y no hay excusa para ello. No podemos soñar con que la democracia está realmente materializada si el autoritarismo armado continúa influenciando el sistema. Un gobierno armado y una democracia nunca serán compatibles. La democracia es un sistema construido con todas las personas entablando un diálogo. ¡No hay un solo relato en la historia del mundo donde las armas puedan dialogar!


Conclusiones preliminares hacia la implementación del Confederalismo Democrático en Indonesia


  1. La autocrítica y la evaluación de la teoría es fundamental. Sea Anarquista o Marxista, si nosotros mismos creemos ciegamente en ellas, dejan de ser una ciencia y se convierten en dogmas. Si no nos atrevemos a desafiar su relevancia o a actualizarlas teóricamente de acuerdo con la realidad de las necesidades que presenta la sociedad, es claro que serán abandonadas cada vez con más frecuencia.

  2. Si se quiere establecer un partido, pero aún está orientado por el estado como la moda del Marxismo-Leninismo corriente, está destinado a fracasar. Es importante aprender del PKK sobre la reconstrucción de partidos para construir un partido que apoya la democracia, la liberación de las mujeres y la ecología, lo cual Marx y Lenin fallaron en practicar hasta el día de sus muertes.

  3. El estado no puede ser eliminado por medio de su destrucción inmediata (la propuesta anti estatal), ni apoderándose de él. El estado sólo puede ser trascendido: eliminado o minimizado en si dominancia por medio del crecimiento gradual e implementación de la democracia, es decir Democracia Directa que comienza en los barrios, veredas, distritos y ciudades.

  4. El socialismo no es algo que se impone, la ideología debe ser parte de la reproducción cotidiana de la sociedad. El éxito de Rojava estaba en conseguir que la gente se uniera a la revolución a través de la participación directa y voluntaria.

  5. Rêber Apo claramente puso en práctica lo que dijo Marx: que la emancipación de la clase trabajadora sólo la logran ellos mismos. Este éxito puede verse en que, incluso cuando el líder de la revolución estaba en prisión, la llama no se extinguió. Esto se dio gracias a la meta de promover la democracia real para que la tendencia hacia el autoritarismo desapareciera.

  6. Los colectivos que construimos deben ser capaces de ver a los individuos como personas con múltiples identidades. Rêber Apo ha tenido éxito al analizar este tema hasta un punto que nosotros no hemos logrado, su éxito más notable está en lograr que las comunidades religiosas del Medio Oriente estén de acuerdo con la importancia de enfatizar la igualdad de género y la liberación de las mujeres.

  7. El uso de poder excesivo en temas sociales es otro error fatal que a menudo cometemos. Los problemas sociales deberían ser resueltos a través de discusiones democráticas para encontrar soluciones pacíficas y con la meta de rehabilitación y reeducación. El colectivo debería ser un lugar de aprendizaje y organización popular, no debería convertirse en una autoridad de mano dura punitivista.

  8. Las comunidades deben ser suficientemente valientes para reexaminar su historia y cultura como pueblo. La nación-estado y la modernidad capitalista, que están destruyendo nuestra identidad, deberían ser criticados más minuciosamente para podernos conocer mejor unos a otros.

  9. Es importante crear agendas de educación política comunes, y localizar mejor el Confederalismo Democrático en Indonesia


1 El proceso de reforma en Indonesia inició con la renuncia del dictador militar Suharto en 1998, que supuestamente está transformado al país hacia una democracia liberal estilo Occidental.

2 Fuerzas Armadas de la República de Indonesia

3 Susilo Bambang Yudhoyono, un general del ejército retirado, quien sirvió como el sexto presidente de Indonesia de 2004 a 3014.

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