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Una larga marcha hacia la libertad



Más de mil jóvenes, entre ellos parte de la juventud revolucionaría del noroeste de Siria y un grupo de internacionalistas, nos reunimos el pasado 30 de mayo en Qamislo para caminar hasta Derek con el objetivo de pedir la libertad de Reber Apo, apoyar la resistencia de la guerrilla que está siendo atacada con armas químicas y denunciar las continuas amenazas del Estado Turco contra Rojava. La solidaridad con el pueblo Kurdo se ha extendido hasta varios rincones de Europa en las que han realizado las mismas marchas.


Es evidente que para el Estado fascista turco es un gran problema que más de mil jóvenes revolucionarios nos reunamos para denunciar la ocupación turca y los ataques que el Estado fascista lleva años realizando contra el pueblo kurdo. La juventud está despierta y luchará hasta sus últimas consecuencias por una vida libre. El ataque del dron que provocó el martirio de dos personas el primer día de la marcha cerca del lugar de encuentro no es más que una muestra más de la desesperación del Estado Turco. Intentan asustarnos, intentan pararnos, pero no hay nada que pueda quebrar el espíritu de la juventud revolucionaría kurda. Nos mantendremos firmes ante cualquier ataque y continuaremos la resistencia de las montañas en nuestras ciudades.


Así pues, debemos analizar esta larga marcha desde una perspectiva más global, en conexión con la historia y el resto del mundo. En este sentido, debemos entender el colapso de la URSS y el desmantelamiento de la mayoría de las organizaciones revolucionarias como uno de los puntos de inflexión. Tras el colapso de la Unión Soviética, la Modernidad Capitalista proclamó su victoria imponiéndose como el único sistema en funcionamiento. El mayor éxito de la Modernidad Capitalista ha sido la liberalización de la mentalidad de toda la sociedad, especialmente la de los jóvenes. La creencia de que el capitalismo es la única alternativa posible se ha propagado como un virus alrededor del mundo. La juventud no parece tener esperanza en una nueva alternativa y acepta la realidad tal y como se la presentan.


Pero las cosas pueden ser bien diferentes para todos los pueblos oprimidos por la Modernidad Capitalista si seguimos el ejemplo de esta misma juventud kurda que en cuestión de una semana ha reunido a más de mil miembros para marchar desde Qamislo hasta Derek. Es esta misma juventud la que trajo la revolución a Oriente Medio; es esta misma juventud la que mantiene las brasas encendidas; es esta misma juventud la esperanza de un mundo nuevo. La Modernidad Capitalista quiere hacernos creer que somos inmaduros, ignorantes y holgazanes. Quiere, en definitiva, someternos a la realidad capitalista y convertirnos en esclavos sumisos de la explotación. El sistema nos ofrece, por lo tanto, unas definiciones de la identidad juvenil que no se corresponde con nuestra esencia, nuestro espíritu. Por eso vivimos constantemente en contradicción, sabemos que no queremos vivir bajo la dominación del sistema capitalista a pesar de ser lo que nos dicen que debemos hacer. Nuestros sentimientos no se corresponden con nuestra razón. Ser joven significa buscar la libertad, el sentido de la vida, la verdad, pero también significa esfuerzo, sacrificio y determinación. Por eso debemos ser valientes y liberar nuestro corazón y nuestro cerebro de las cadenas que nos mantienen sujetos a la dominación.


Ante nosotros tenemos una juventud que con fuerza está destruyendo estos muros impuestos por el Estado y el capitalismo. Es una juventud llena de fuerza, de espíritu, de esperanza, y que no solo no renuncia a sus sueños y la libertad sino que insiste en ellos. El espíritu de esta juventud está construyendo un mundo nuevo y una vida nueva que ofrece una alternativa a la Modernidad Capitalista. Por esta misma razón para el Estado fascista turco y las fuerzas imperialistas le resulta peligrosa nuestra existencia. La juventud de Occidente, América Latina, África o Asia podemos recoger este espíritu y sembrarlos en nuestros respectivos pueblos. Debemos desmentir la verdad del capitalismo. Así pues, esta marcha es algo más que una marcha, como vanguardia revolucionaria la juventud kurda está demostrando al mundo que una alternativa es posible, bajo el paraguas del Confederalismo Democrático están visibilizando un nuevo bloque ideológico que hasta ahora había desaparecido. Día tras día las fuerzas imperialistas intentan atacar y acabar con la guerrilla, intentan desmoralizar e influenciar a la juventud, pero el fuego está ardiendo y no hay nada que pueda detener esta marcha que no parará hasta llegar a la libertad. La juventud significa cambio, significa vida.

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