Revueltas mundiales - ¡Es hora de la Revolución!
El año pasado se produjo un fuerte aumento en el número de Serhildans (revueltas) en todo el mundo, con mayores exigencias de una vida libre y justa. Las movilizaciones masivas fueron testigos de la lucha común contra las medidas de austeridad neoliberales impuestas por el capital contra las comunidades ya frágiles y pobres, por no mencionar que la lucha contra el fascismo por sí sola se convirtió en una guerra total entre el pueblo y el Estado en innumerables ciudades. Millones de personas (en particular los jóvenes) se manifestaron regularmente contra el cambio climático, exigiendo reformas ecológicas.

Las huellas de una revolución se escucharon con toda claridad desde París y La Paz hasta Praga y Puerto Príncipe, desde Beirut hasta Bogotá y Berlín, desde Cataluña hasta El Cairo, y en Hong Kong, Harare, Santiago, Sydney, Seúl, Quito, Yakarta, Teherán, Argel, Bagdad, Budapest, Londres, Nueva Delhi, Manila e incluso Moscú.
Estos momentos de revueltas internacionales, aunque no están oficialmente conectados o bien organizados en la mayoría de los casos, demostraron una lucha unida entre las sociedades contra un enemigo común: el sistema capitalista.
Sin embargo, este momento fue convenientemente bloqueado por el surgimiento del coronavirus. Activistas y personas de todo el mundo volvieron a sus casas, sólo para ver cómo sus derechos eran pisoteados ininterrumpidamente por el Estado-nación. Los multimillonarios del mundo se hicieron más ricos durante la pandemia, mientras que el resto de la población se enfrentó a una pobreza aún mayor.

Según las proyecciones del Banco Mundial, la crisis económica de este año podría empujar a entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema. Por otra parte, más de 2.000 multimillonarios de todo el mundo lograron amasar fortunas por un total de unos 10,2 trillones de dólares (8,69 trillones de euros) hasta julio, superando el anterior récord de 8,9 trillones de dólares alcanzado en 2017. Esto ilustra la dinámica del orden mundial y lo inhumano que es el sistema capitalista.
Incluso durante la peor pandemia de nuestro siglo, las naciones-estados no detuvieron su desconsiderada avaricia por sus propios intereses... y los problemas que enfrentamos dentro de la sociedad; la misoginia, la xenofobia, el fascismo y la violencia policial, es sólo un goteo de esta brutalidad.
El número de mujeres golpeadas dentro de su propio hogar aumentó drásticamente, al igual que el número de personas que fueron asesinadas por la policía. Todo esto combinado condujo a una nueva ola de manifestaciones masivas en todo el mundo en los últimos meses, la reacción de la gente se hizo evidente: "¡Basta!"
FUENTE: Nuçê Cîwan - English
Organizarse, buscar la conexión entre las luchas y movimientos existentes, fortalecer los lazos internacionalistas y dedicar cada segundo del día a la revolución son los mecanismos principales y primarios para asegurar el establecimiento de un nuevo orden social... verdaderamente democrático y ecológico.

¡Con dedicación y organización, todo es posible! ¡No podrás detener la primavera! ¡Organiza-se!