La guerra popular revolucionaria en el Kurdistán
Actualizado: 11 ago 2020
La guerra popular revolucionaria y la unidad nacional es la estrategia que determinará el futuro del Kurdistán, en una guerra en la que absolutamente todo está sobre la mesa en la parte de los kurdos. Definirá la línea borrosa entre la existencia y la determinación, una paradoja en la que viven los pueblos del Kurdistán desde hace más de trescientos años.
Un breve repaso a la sangrienta historia del Kurdistán apunta a la primera partición oficial del Kurdistán el 17 de mayo de 1639, después de una guerra de 150 años entre los imperios safavid (iraní) y otomano (turco). La partición se selló en el tratado Qasr-i Shirin o Zuhāb, qeue dividió el Kurdistán entre Irán y Turquía. Tras años de disturbios kurdos, el 10 de agosto de 1920 se firmó el tratado de Lausana, que prometía la autonomía kurda pero que también la dividió en dos partes más entre Iraq y Siria; el artículo 64 del tratado es el siguiente
"Si en el plazo de un año a partir de la entrada en vigor del presente Tratado, los pueblos kurdos de las zonas definidas en el artículo 62 se dirigen al Consejo de la Sociedad de Naciones, y demuestran que la mayoría de la población de esas zonas desea la independencia de Turquía, y si el Consejo considera entonces que esos pueblos son capaces de tal independencia y recomienda que se les conceda, Turquía se compromete por la presente a ejecutar esa recomendación y a renunciar a todos los derechos y títulos sobre esas zonas"

Este Tratado fue reemplezdo tras las negociaciones con Mustafá Kemal Ataturk en el Tratado de Lausana el 24/07/1923. La historia más reciente de los kurdos contiene muchas masacres como la de Dersim, Zilan y Maras, para celebrar poco, y una política de asimilación y aniquilación fascista sobre los kurdos bajo el nombre de Şark Plan Islahat, o “ Plan de Reforma del Este”, que se puso en marcha en 1925. Lo siguiente es un extracto del Plan:
"Nuestra misión es hacer un pueblo turco en la patria turca. Cortaremos los elementos que se oponen a la turquedad y al turquismo. Las cualidades que buscaremos al servicio de la patria son, sobre todo, que los hombres sean turcos y turquistas"
De esta manera, se realizaron diferentes estudios en cada ciudad del Kurdistán del Norte ocupado por Turquía, acercándose a cada fracción de la sociedad con una táctica diferente. Las personas que habían participado en las rebeliones contra el Estado fueron obligadas a emigrar a las ciudades turcas o fueron "castigadas". En ciudades como Dersim, Xarpet, Meres y Meleti, miles de mujeres fueron violadas en un intento de deshonrar y disuadir a la sociedad, mientras que cientos de jóvenes kurdas fueron secuestradas y llevadas a ciudades turcas después de haber sido aleccionadas.
Evidentemente, el pueblo del Kurdistán no está hoy menos presionado, ni ha terminado el genocidio de los kurdos. Con el incremento de los arrestos políticos, los ataques económicos y de invasión, los proyectos de cambio demográfico, las asimilaciones a través de la guerra psicológica y los intentos de humillación, la apremiante cuestión kurda ha tocado fondo. La diversidad demográfica y la identidad neolítica del pueblo del Kurdistán se niega estar gobernada por la misma mentalidad de Estado nación esclavizante, garante exhausto del capitalismo y por lo tanto del egoísmo, los celos y el patriarcado.

La única forma sistemática de gobierno en el Kurdistán es el autogobierno; un modo de vida comunitario que proporcione una democracia práctica según las necesidades de la sociedad y de cada uno de sus segmentos individuales. Este sistema socialista se rige según el sentido del confederalismo democrático y está formado por una armonía de colores más que por una red igual.